A continuación te dejamos unas palabras de la autora, hablando sobre su libro
Cada pérdida viene acompañada de una carga de sentimientos que a veces nos cuesta poder sobrellevar. Cada persona es distinta y transita su duelo de manera diferente.
Pero cada uno en su interior sabe muy bien cómo lo vive, lo que siente, lo que le está costando o no y avanza a medida que puede y como puede.
Me costó mucho poder identificar el vacío que sentía ante las cosas de la vida, pasaron muchos años de estos sentimientos que llevaba conmigo y que no entendía bien lo que era, eso hacía que la carga sea más pesada cada vez.
En el camino me lastimé y lastimé a personas, quise escapar de miles de maneras y nunca pude. Podía gritar o correr, pero no hay nada que hagas o dejes de hacer que borre eso que llevas con vos. O no en ese momento.
Aprendí que aquello que antes tomaba como un peso, en cierta forma hoy lo puedo hacer mío e intento convivir con ello y saber que puedo caminar abrazando el dolor de las cosas de la vida y curarlo de a poco, con tiempo, sin prisa...
Claro que no es fácil, llevo tiempo haciendo terapia y aprendiendo muchas cosas que antes ni por casualidad sabía que existían. Entendí todos esos años donde no me encontraba, donde no entendía la vida ni lo que pasaba alrededor y también el sentido de esto que me ocurría y que no podía ponerle nombre aún.
Hoy estoy en un proceso, transformando el dolor, haciéndome fuerte, buscándome, abrazándome y sanando heridas. Este, es apenas el inicio de una gran búsqueda de la que muchos formarán parte.
A continuación te dejamos unas palabras de la autora, hablando sobre su libro
Cada pérdida viene acompañada de una carga de sentimientos que a veces nos cuesta poder sobrellevar. Cada persona es distinta y transita su duelo de manera diferente.
Pero cada uno en su interior sabe muy bien cómo lo vive, lo que siente, lo que le está costando o no y avanza a medida que puede y como puede.
Me costó mucho poder identificar el vacío que sentía ante las cosas de la vida, pasaron muchos años de estos sentimientos que llevaba conmigo y que no entendía bien lo que era, eso hacía que la carga sea más pesada cada vez.
En el camino me lastimé y lastimé a personas, quise escapar de miles de maneras y nunca pude. Podía gritar o correr, pero no hay nada que hagas o dejes de hacer que borre eso que llevas con vos. O no en ese momento.
Aprendí que aquello que antes tomaba como un peso, en cierta forma hoy lo puedo hacer mío e intento convivir con ello y saber que puedo caminar abrazando el dolor de las cosas de la vida y curarlo de a poco, con tiempo, sin prisa...
Claro que no es fácil, llevo tiempo haciendo terapia y aprendiendo muchas cosas que antes ni por casualidad sabía que existían. Entendí todos esos años donde no me encontraba, donde no entendía la vida ni lo que pasaba alrededor y también el sentido de esto que me ocurría y que no podía ponerle nombre aún.
Hoy estoy en un proceso, transformando el dolor, haciéndome fuerte, buscándome, abrazándome y sanando heridas. Este, es apenas el inicio de una gran búsqueda de la que muchos formarán parte.